Te damos la lata con la historia de las latas

Abrir una lata de nuestro refresco preferido para disfrutar de su sabor y saciar nuestra sed es un gesto muy habitual que llevamos haciendo casi desde siempre, pero ¿cuál es el origen de las latas? ¿En qué año se crearon? Aquí te contamos estas y otras curiosidades.

Como muchos otros inventos y utensilios que utilizamos en nuestra vida cotidiana, los envases de lata tuvieron su origen en el ejército y estaban concebidos para un uso militar. Las primeras latas de conservas se fabricaron en 1813 para envasar alimentos para el ejército británico, así los soldados podrían transportar comida al lugar de la contienda sin el inconveniente de que se estropease ni perdiese propiedades. El problema es que se soldaban con plomo, y eran muy tóxicas.

Sin embargo, no fue hasta 1935 cuando nació la primera lata de bebida, es decir, que contenía un líquido para ser consumido directamente. Fue diseñada por Krueger (empresa cervecera situada en Nueva Jersey) para comercializar su cerveza Finest Beer. Este tipo de envase pesaba menos que las botellas de vidrio habituales, resistía mejor los posibles impactos y además permitía decorar toda la superficie de la lata para que la marca pudiera personalizarla según su estilo. Estas primeras latas requerían de la ayuda de un abrelatas específico para poder ser abiertas.

krueger

El invento tuvo tal éxito que en apenas un año se vendieron alrededor de 200 millones de latas de cerveza, y más de 40 marcas diferentes se apuntaron a esta tendencia de envasar sus productos en este tipo de recipientes.

Durante los años posteriores, década de 1930 y principios de los 40, el invento fue progresando y se llegó al tipo crowntainer. Estos envases constaban de dos partes —una cabeza y un cuerpo— y serían la base de lo que conocemos como las latas actuales (aunque salvando las distancias, ya que estas tenían una chapa metálica que había que retirar, similar a las chapas de las botellas de cerveza actuales).

Pronto llegó la Segunda Guerra Mundial y esto paralizó las producciones, al centrarse solo en la fabricación de las latas para uso militar. Al finalizar la guerra y la posguerra, hubo un resurgimiento y se reemprendieron las investigaciones, esta vez para enlatar refrescos, ya que hasta ahora se habían centrado en la industria cervecera.

Es cierto que en 1938 se intentó por primera vez envasar un refresco en una lata, en concreto fue la bebida Ginger Ale, pero el resultado no convenció, ya que el barniz que se utilizaba para cubrir la lata en su interior hacía que el sabor del producto se viese alterado, entre otros problemas. Así que no se lograron los resultados esperados y no sería hasta 1948 cuando Pepsi se animó a intentarlo de nuevo mejorando la técnica. Tuvieron más éxito y otras empresas se unieron al carro de las latas al darse cuenta de que era buen medio para que la gente pudiera transportar fácilmente sus refrescos, evitando utilizar en vidrio, que es mucho más delicado y se rompe con más facilidad.

pepsi

La máxima competencia de Pepsi, Coca-Cola, no pasaría por el aro (o más bien por la anilla) de comercializar sus refrescos en latas hasta nada menos que 11 años después, en 1959, año que fue el de la llegada del aluminio al mundo de las latas. Este nuevo avance en la producción vino también de la mano del mercado cervecero. En este mismo año, 1959,la revista Modern Metals nombra “hombre del año” a Bill Coors, dueño de una marca de cerveza de origen norteamericano, por la innovación que supuso este práctico envase de aluminio. Este metal es más ligero y maleable, lo cual facilitaba enormemente su fabricación. Además conserva mejor y más fresco el producto en su interior. También es más ecológico porque se puede reciclar.

Cocacola

En la década de 1960 se creó un nuevo sistema de apertura de las latas denominado easy-tab, con el que mediante una anilla se cortaba el aluminio dejando una apertura para la salida del líquido. Esto conllevó una gran revolución en el sector, haciendo que proliferasen más este tipo de envases. Después, en los 80, se produjo una mejora en este sistema de apertura, creando el stay-tab, mediante el cual la anilla se abre hacia el interior de la lata. Este es el método que se usa actualmente.

Como veis, la historia de las latas ha tenido gran recorrido y ha pasado por diferentes fases. Ahora ya es todo coser y cantar, o mejor dicho ¡abrir y beber!

Si te animas a crear tu propia colección de latas pieza a pieza, estos son tus puzzles: 1.500 piezas, 2.000 piezas y 1.000 piezas miniatura. Además aquí te dejamos unas ideas molonas sobre cómo hacer manualidades para reciclar las latas.